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05 febrero, 2006

Fallo I Certamen Internacional de Cuento Visceralia 2006

Fallo I Certamen Internacional de Cuento
Visceralia 2006


Con fecha 6 de febrero de 2006, en Santiago de Chile, Visceralia Ediciones tiene el agrado de comunicar al público los resultados del I Certamen Internacional de Cuento Visceralia 2006.

De un total de 479 obras recibidas vía correo ordinario y electrónico, pertenecientes a 332 autores residentes en los países de Hispanoamérica y colonias latinas en EE.UU. y Europa; considerando 1 descalificación por no cumplir con el requisito de inedición de la obra y 1 por no estar escrita en castellano; se desprende el resultado siguiente.

El jurado estuvo compuesto por los señores:
• Patricio Mujica Urzúa, escritor
• Tomás Reyes Barros, escritor
• Gabriela Núñez Aliaga, escritora
• Luisa Ballentine, editora
quienes determinaron en un fallo unánime e inapelable, otorgar los tres primeros lugares y seis Menciones de Honor a los cuentos que a continuación se señalan.

1º Lugar: Charol-espejo. Autor: Alberto Elías Alabí. Argentina.
Premio: Edición de un libro de cuentos, regalo y diploma.

2º Lugar: Un tiroteo en casa de la Sra. Noemí. Autor: Maik Ávila Sulbarán. Venezuela.
Premio: Regalo y diploma.

3º Lugar: En el país del diablo. Autor: Guillermo Eduardo Pilía. Argentina.
Premio: Regalo y diploma.

Menciones de Honor

Bastón rojo y blanco. Autor: Claudia Martínez Echeverría. Chile.
Premio: Regalo y diploma.

Amanece. Autor: Horacio José Godoy. Argentina.
Premio: Regalo y diploma.

Aquellas lágrimas color chocolate. Autor: Oscar Enrique Muntané. Argentina.
Premio: Regalo y diploma.
Novela que termina. Autor: Saturnino Rodríguez Riverón. Cuba.
Premio: Regalo y diploma.
El Moco. Autor: Paula Prengler. Argentina.
Premio: Regalo y diploma.
Se ve que hoy no es su día, Octavio. Autor: José Luis Carrasco. Chile.
Premio: Regalo y diploma.

Previamente, se determinó un grupo de finalistas que, además de los mencionados títulos merecedores de reconocimiento, estuvo compuesto por los cuentos siguientes:

Enterrarlo más cerca del cielo. Autor: Ernestina Anchorena, Argentina.
Las diosas también roncan. Autor: Javier Cánaves Orell, España.
Redención. Autor: Jorge Eduardo Alfonso Morales, Uruguay.
Piedras. Autor: Yolanda Arroyo Pizarro, Puerto Rico.
Niebla. Autor: Gabriel López Nieto, Colombia.
Reencuentro con Electra. Autor: Reynaldo Santa Cruz, Perú.
El otro mesías. Autor: Reynaldo Santa Cruz, Perú.
Declaración en contra. Autor: Fabio Javier Echarri, Argentina.
Le temps de vivre. Autor: Óscar Sipán Sanz, España.
Los novios. Autor: Raúl Silanes, Chile.
Burro. Autor: Alberto Ramos Barranco, España.
Las visitas. Autor: Martín Jali, Argentina.
Urbis et Orbis. Autor: Miguel López Fernández, España.
Noticia conocida. Autor: Emilio Chandía López, Chile.
It’s Over. Autor: Ernesto Marcos, Argentina.
Olea Martínez. Autor: Rudy Trujillo Gallegos, Chile.
Un anillo de brillantes. Autor: José Luis Carrasco, Chile

Visceralia Ediciones, como señalan las bases del certamen cuyo fallo es la presente declaración; se reserva el derecho de editar si así estima conveniente, una compilación con las mejores obras.

Acerca de la convocatoria, el jurado señaló:

La gran convocatoria de este concurso nos ha ofrecido la más variopinta muestra de la narrativa breve generada en lengua española. Como en todo certamen de estas características, la calidad de los trabajos recibidos fue acorde a la diversidad de estilos, objetivos y pretensiones (tanto de los autores como de sus textos), lo que ulteriormente redundó en la enorme dificultad de emitir un fallo sin dar pasos en falso. Por lo mismo, los relatos de gran factura han sido finalmente reconocidos en su justo mérito, no sin un arduo esfuerzo de evaluación y discusión al interior del Jurado.
Todos los trabajos premiados, huelga decirlo, son relatos realmente notables, y tenemos la convicción profunda de haber seleccionado los mejores; si éstos, en efecto, no son más que la puerta de entrada a la obra de sus autores, entonces podemos confiar en que la sangre del oficio de contar historias en español seguirá viva en ellos.


La abismante cantidad de trabajos recibidos aseguraba un trabajo arduo. Y lo fue. El proceso fue largo pero cauteloso, procurando dejar en última instancia a los que, bajo ninguna duda, fueran los mejores cuentos recibidos. La calidad general fue ampliamente heterogénea, el jurado se esmeró en identificar las creaciones sobresalientes por distintos elementos y nos vimos sorprendidos al reconocer una gran variedad de estilos, de ideas, de planteamientos y de historias disímiles. La decisión final fue tomada con paciencia, se buscó y se encontró unanimidad, y me quedo con la seguridad de que hemos premiado a los mejores trabajos de los 479 recibidos. Las obras premiadas merecen el reconocimiento porque sobresalen, de una u otra manera, de lo que abunda y que, por cierto, también abundó en los trabajos recibidos, y no sólo sobresalen contando cosas no contadas, o estructurándose de manera novedosa, sino que lo hacen por su ingenio, por su agilidad, por su grandeza, por la genialidad que oculta cada detalle, y los autores deben, sin duda alguna, esmerarse por seguir desarrollando los talentos que hemos tenido el privilegio de disfrutar.

Acerca del primer lugar, el jurado señaló:

Charol-espejo es un cuento en el que forma y fondo se fusionan de manera notable en un retrato descarnado y furibundo de la miseria y de lo que a través de ella puede vivir el hombre. A través de un estilo particular, y haciendo uso de la realidad tanto como del recuerdo, el autor construye la historia desde el personaje, de modo que el texto completa su circularidad en él: es un relato que no podría vivir (ni vivirse) desde otra perspectiva. Por lo mismo, el trasfondo sociológico que brota de cada palabra se cristaliza en la perplejidad con la que el lector asiste a una realidad de cuya existencia sabe, pero de la que no tiene real conciencia. En Charol-espejo se revela, entonces, y con la fuerza de aquella verdadera realidad, una ventana -las persianas descorridas- al abismo de la injusticia y de la abyección que se extiende, desde la más tierna infancia hasta el horror de la senectud, por las calles de la ciudad.

Es vital que la narrativa contemporánea hable de sus problemáticas, introduzca los retratos del porvenir e impregne de futuro cada obra a través de su presente. Encontré ese rastro en Charol-espejo. Encontré la fotografía necesaria que debe aportar la literatura al mundo sobre su momento particular y la frescura única que posibilita escribir desde donde uno está.
La construcción del personaje principal de este cuento es, simplemente, soberbia. Se desprenden de su fisonomía y psicología muchos otras redes que apuntan hacia infinitas temáticas de la Latinoamérica de hoy.
Este cuento situado geográficamente en la Argentina, bien puede representar cualquier realidad de los países cercanos; y ese valor innegable hace gala, además, de un estilo exquisito donde la profundidad de las ideas está seguida y sustentada en una narrativa impecable, directa, cruda y viva. Absolutamente viva. Muchas felicidades.


El autor de Charol-espejo logra manejar con genialidad una historia que se encierra en la vida de un mismo personaje pero que se presiente extrapolable a una realidad mucho más amplia, cierta y cercana. Y es que reconocemos a simple vista que es más que la historia de un lustra botas que lucha por un lugar en la calle, que es la historia de la supervivencia, de la lucha contra la propia circunstancia.
Charol-espejo ofrece un mensaje potente, una advertencia, un reflejo siniestro y crudo, una ley del más fuerte insuperable y penosamente útil. El lustrabotas que antes fue pequeño, que ahora es dueño de su acera, al que ahora le lustran los zapatos, acarrea costras que son ahora un orgullo de batalla.
Enmarcado en un estilo pulcro y preciso, Charol-espejo nos sorprende y nos maneja, nos hace aceptar lo antes inaceptable al congeniar con la vida del personaje, y, por tanto, con la vida misma. La narración nos restriega en la cara que todos tenemos un poco de bestias de ciudad.


Se fija como fecha para la entrega de los reconocimientos procedentes, el mes de mayo del año 2006 y la ciudad de Santiago de Chile. Ambos estimativos.

Asimismo quedan en constancia desde ya y a disposición del público, las bases para el II Certamen Internacional de Cuento Visceralia 2007.

Visceralia Ediciones agradece a los participantes y felicita a los ganadores.